Como todo lo que llega con una misión, apareció esta canción en mi camino, sin buscarla. Se llama «Soldados de Dios» y la canta una de las voces masculinas que más me gusta, a pesar de ser medio gangosa y poco vocalizada.
Me gustó la canción porque se siente sincera y porque plantea una pregunta que muchos, incluso quienes somos católicos, nos hacemos siempre: ¿existes? ¿estás ahí? ¿si me aferro a ti tendré menos dolor? En honor a la sospecha de que existe, claro que sí, es que ser soldados de Dios es la decisión más propicia.
¡A cantar, a sentir,a renovar la fe!